Nuestro propósito central es hacer accesible a toda persona, sin distinción de credos, razas y orientación sexual, la cultura, el arte, la filosofía, la ciencia y los métodos milenarios de desarrollo humano inspirados en el legado de compasión y amor de la cultura budista tibetana.
A través de nuestra actividad difundimos:
Casa Tíbet México es institución cultural educativa y no sectaria, fundada en julio de 1989, bajo los auspicios de Su Santidad el XIV Dalai Lama, (premio Nobel de la Paz 1989), el Gobierno Tibetano en Exilio y la Oficina del Tíbet en Nueva York, como la Primera Representación Oficial del pueblo Tibetano para Latino América.
Inspirados en el eterno legado de compasión y amor de la cultura budista tibetana, el propósito central de Casa Tibet México es hacer accesible a toda persona, sin distinción de credos, razas y orientación sexual la cultura, arte, filosofía, ciencias y milenarios métodos de desarrollo humano preservados en el “techo del mundo”.
A través de sus programas educativos, seminarios, conferencias, exhibiciones, eventos especiales, publicaciones, programas de radio y televisión, la esperanza de Casa Tíbet México es poder llegar al corazón del visitante a través de sus programas educativos, seminarios, conferencias, eventos especiales, publicaciones, programas de radio y televisión, e imbuirlo del poder, el misterio y la belleza del Tíbet.
Casa Tíbet México fue la tercera institución de su tipo fundada en el mundo después de la Casa Tíbet Nueva Delhi, en1967, y Tibet House New York, en 1987. En los últimos años se han aunado dos sedes más a esta familia: la Casa Tíbet de Barcelona y la Casa Tíbet París.
El proyecto Casa Tíbet México se encuentra intrínsecamente ligado a la figura de Marco Antonio Karam. Enamorado de la cultura y civilización tibetana desde una muy temprana edad, es considerado uno de los más importantes especialistas y divulgadores de la cultura y espiritualidad tibetana en el mundo hispano parlante.
Después de una amplia formación académica en Tíbet, Nepal y EEUU, durante la cual establece relación con algunos de los más prominentes tibetólogos y lamas de las diversas tradiciones del budismo tibetano, en 1988, bajo la sugerencia de Su Santidad el XIV Dalai Lama del Tíbet y la Oficina del Tíbet en Nueva York, funda Casa Tíbet México, como parte de un proyecto internacional orientado a la promoción y defensa de la causa y cultura tibetana.
Su Santidad el Dalai Lama visita por primera vez México en julio de 1989, invitado por Casa Tibet México y por la Universidad Metropolitana, para inaugurar Casa Tíbet México y participar en un foro internacional de prioridades globales.
El primer paso es tomar el curso de introducción al budismo tibetano que se ofrece dos veces por año, regularmente en los meses de febrero y octubre. El objetivo de este curso es ofrecer una visión general -de forma seria y precisa- de lo que realmente es el budismo tibetano. Después de cada curso introductorio, para aquellos que deseen continuar con sus estudios, se abre un grupo nuevo de alumnos regulares, que toman clases una vez por semana. Las clases se imparten en video dentro de nuestras instalaciones, con las grabaciones de las clases que da nuestro maestro Marco Antonio Karam en Casa Tíbet sede Ciudad de México.
El budismo nos ayuda a reencontrar el arte de vivir en el presente. Darnos cuenta de cuán preciada es nuestra vida para así tomar conciencia de todos los actos que realizamos momento a momento. Su meta ulterior es llevarnos a ser más felices y trascender nuestros conflictos y limitaciones cotidianas.
Las escuelas más importantes de la tradición budista tibetana son:
* Nyingma
* Kagyu
* Sakya
* Gelug
La orientación fundamental de Casa Tibet es Gelug y Kagyu, aunque nuestra institución sirve como sede de todas las escuelas de budismo tibetano debido a su carácter ecuménico.
Casa Tibet México es una institución cultural y educativa no sectaria, fundada en julio de 1989 por Su Santidad el XIV Dalai Lama del Tíbet, como la primera representación cultural oficial del pueblo tibetano para Latinoamérica.
Inspirados en el eterno legado de compasión y amor de la cultura budista tibetana, es el propósito central de Casa Tibet México el hacer accesible a todo persona, sin distinción de credo, raza y orientación sexual, la cultura, arte, filosofía, ciencias y los métodos milenarios de desarrollo humano preservados en el “techo del Mundo”.
Siddhartha Gautama, el Buda histórico, nació aproximadamente en el año 570 A.C. en el actual sur del Nepal, en el antiguo reino de Kapilavastu. Heredero del reino de su padre, el rey Shuddhodana, Siddhartha renunció a su vida palaciega con el objetivo de buscar la verdad y obtener la definitiva liberación del sufrimiento mundano, hecho que consiguió seis años después al obtener el estado de un Buddha o ser despierto bajo la sombra de una higuera en la actual ciudad de Bhodhgaya en India. Pasó el resto de sus ochenta años de vida compartiendo su sabiduría con todo tipo de personas.
También se le conoce como Buda Shakyamuni, quién no era un dios, ni profeta, era una persona común y corriente que a través de un enorme esfuerzo logró la certeza del entendimiento de la realidad y la liberación de las circunstancias insatisfactorias de la vida, la ignorancia, el apego y la aversión.
El budismo es un sistema ético basado en la observación de los principios fundamentales de la naturaleza, tales como la tercera ley del movimiento de Newton, la cual plantea que: “a todo acción corresponde una reacción igual, contraria y de la misma identidad”. De la misma forma, el universo budista contempla que todo lo que hacemos, pensamos y decimos crea consecuencias de las que nosotros somos ulteriormente responsables.
Para el mundo budista el individuo es visto como el arquitecto de su propio destino. Es así que en un amplio sentido, contamos con la posibilidad de transformar de diversas formas nuestra vida. Sin embargo, es fundamental reconocer que nuestro presente es ahora el producto de nuestras acciones pasadas, de la misma forma que nuestro futuro será el resultado de nuestras acciones presentes.
El budismo no es un sistema de pensamiento encauzado meramente en el saber por el saber. Su orientación primaria es la de saber para ser, comprendiendo la gran importancia que el conocimiento tiene cuando está realmente dirigido a transformar y enriquecer la interacción del hombre consigo mismo y su medio ambiente. La metodología primaria que la tradición budista utiliza en la exploración de la realidad es la razón, entendiendo por esta el aprovechamiento total de diversos y extraordinarios estados alternos de atención a los que el ser humano tiene acceso, con el objetivo de descubrir la verdadera naturaleza de la realidad.
El budismo se basa en cuatro elementos fundamentales:
El budismo es por encima de todo una forma de vida centrada en la no-agresión, y la visión de la compleja interdependencia que caracteriza a la realidad en la que vivimos. Nos plantea la importancia de aprender a comunicarnos eficazmente y tener una forma correcta de interactuar con el mundo de una forma sabia.
De alguna manera, es correcto definir parcialmente a la tradición budista como una psicología, debido al hecho de que contempla el sufrimiento y la confusión humana como el producto de una serie de importantes errores cognitivos. A su vez, plantea que reconstruyendo el correcto entendimiento de la realidad (“las cosas como son”), el individuo puede recuperar su sanidad mental, obteniendo la meta fundamental de todo ser vivo: la libertad y la felicidad.
El teísmo es una propuesta basada en la creencia de un Dios creador y administrador del mundo. El budismo no es un sistema teísta, más bien es un sofisticado sistema de análisis de la realidad, el cual deposita especial importancia en el correcto entendimiento de las múltiples causas que promueven el dolor, la insatisfacción y la angustia en la vida de todos los seres conscientes; así como en la apropiada búsqueda de antídotos y medios de transformación que nos permitan trascender las circunstancias insatisfactorias de la existencia.
El budismo es una religión tan sólo en el sentido, que busca reunir al hombre con su auténtica naturaleza (reminiscente del sentido clásico de la palabra latina religión – reunir). Es un sistema de pensamiento que carece del uso de la ‘Fe’ como método fundamental de conocimiento, desconfía de la revelación y no cree en la gracia divina. En contraste, utiliza la razón y el método científico para llegar a sus conclusiones.
Casa Tíbet México, Sede Guadalajara.
Calle Justo Sierra 2570,
Colonia Ladrón de Guevara.
Teléfono: (0133) 3615-3527